Lo que sigue es una traducción del primer mensaje de Serge desde que la policía francesa le hirió gravemente junto a muchas otras personas durante una protesta en Sainte-Soline el 25 de marzo de 2023. Serge pasó un mes en coma después de que un agente de policía le disparara en la cabeza con una granada. Hemos seguido con ansiedad su situación y con gran alivio informamos de que se ha recuperado lo suficiente como para publicar el siguiente mensaje.
Al igual que agradecemos que el anarquista italiano Alfredo Cospito sobreviviera milagrosamente a su huelga de hambre de 180 días contra el régimen de aislamiento del sistema penitenciario italiano, damos gracias porque Serge siga vivo. Es alentador ver que el margen entre la vida y la muerte es a veces un poco más amplio de lo que parece, especialmente en una época en la que hemos perdido tantos muchas camaradas. Un poco de buenas noticias hace más fácil seguir adelante.
Ayer, la policía francesa detuvo a 18 personas acusadas de asociación con Soulevements de la Terre (“Levantamientos de la Tierra”), uno de los movimientos que participaron en las protestas de Sainte-Soline. Hoy es la fecha que el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin Como de costumbre, el Estado pone en peligro la vida de aquellos a quienes supuestamente protege, culpa a las víctimas de sus ataques y luego toma medidas para silenciar a los supervivientes.
Puedes obtener más información sobre Soulevements y cómo apoyarlos frente a la represión estatal aquí. Puedes leer más sobre los enfrentamientos en Sainte-Soline aquí. Para más antecedentes, este texto explora los orígenes del conflicto social que se ha desatado en Francia en los últimos meses en respuesta al impopular esfuerzo del presidente francés Emmanuel Macron por obligar a los trabajadores franceses a trabajar más tiempo antes de jubilarse. También este texto en castellano.
Un mensaje de S el 17 de junio de 2023
Hola a todas,
Me llamo Serge y fui gravemente herido, como muchas otras personas, en la manifestación contra la megabalsa de Sainte-Soline el 25 de marzo de 2023. Fui alcanzado en la cabeza por una granada, probablemente un disparo directo efectuado por un policía equipado con un lanzagranadas Cougar. Sufrí una grave herida en la cabeza que me dejó en estado absolutamente crítico, situación agravada por el hecho de que los servicios de emergencia no pudieron atenderme durante la manifestación. Tras un mes en coma inducido y seis semanas en cuidados intensivos, me trasladaron primero a una unidad de neurocirugía y luego a un centro de rehabilitación. Ahora mismo, siento que he hecho enormes progresos en mi capacidad para moverme, comer y, simplemente, hablar y pensar. Va a ser un camino extremadamente largo, pero estoy decidido a darlo todo, a luchar por recuperar lo que una vez tuve, tanto física como mentalmente. Por supuesto, lo hago por mí, pero también porque creo que negarse a ceder, negarse a dejarse aplastar por la maquinaria represiva, es una necesidad política en un momento en que los Estados apuestan por utilizar el terror y por que permanezcamos pasivas.
En primer lugar, quiero dar las gracias a todos los que, en aquel campo de minas, me llevaron en brazos, me cogieron de la mano, me protegieron, me prestaron primeros auxilios (frenar la hemorragia, masaje cardíaco, intubación, etc.) y, sencillamente, me permitieron seguir con vida. También quiero dar las gracias a las y los cuidadores que, en cada etapa, se ocuparon de mí y siguen ayudándome hoy a recuperar mi cuerpo y mi mente. Sólo puedo deciros lo bien que me sentí cuando salí del coma y vi la tremenda solidaridad que la gente ha expresado: asambleas, textos, etiquetas, donaciones, espectáculos, acciones y diversos mensajes de compañeros de todo el mundo. El eco de vuestras voces y el rugido de las calles nos ayudaron a mí y a los míos a seguir adelante. Por todo ello, os doy a todos las gracias. Habéis sido increíbles.
Todo esto nos recuerda que es vital que ninguna paliza, ningún encarcelamiento, ninguna mutilación, ningún asesinato por parte de las fuerzas del orden social capitalista pase desapercibido. Mutilan y asesinan a la gente con tanta frecuencia que no es casualidad, forma parte de su trabajo. Demasiadas historias en todo el mundo nos recuerdan que no hay afirmación más cierta que la fórmula “ACAB”. Todos los policías son, en efecto, unos bastardos. Son y seguirán siendo los esbirros de la burguesía cuyos intereses protegen y aseguran junto con, al menos hasta ahora, su continua supervivencia.
La única perspectiva que nos ofrece la clase capitalista es el deterioro de nuestras condiciones de vida a escala masiva, y todos los proletarios aquí y en el extranjero están experimentando actualmente esta amarga realidad. Frente a las luchas que libramos para frustrar este destino desastroso, han optado claramente por aumentar drásticamente la represión, tanto mediante nuevas leyes represivas como dando carta blanca a las fuerzas del orden, como se ha visto en Sainte-Soline. Debemos tomar nota de ello y promover colectivamente la idea de que está fuera de lugar participar en una lucha sin una protección eficaz y sin capacidad de resistencia. No somos mártires.
Sin embargo, nuestra fuerza tiene poco que ver con lo que ocurre en el campo de batalla. Nuestra fuerza está en nuestro número, en nuestro lugar en la sociedad y en el mundo mejor al que aspiramos. Contra el puñado de organizaciones de dirigentes y burócratas que querrían mandarnos a casa una vez que se hayan ganado su lugar al sol a nuestras espaldas, necesitamos mil formas de organizarnos a nivel de base por y para la solidaridad concreta, para los y las camaradas del movimiento pero también, y quizás sobre todo, para todas aquellas personas que se unirán a los futuros movimientos revolucionarios.
¡Fuerza a los y las camaradas actualmente en la mira de los Estados!
¡Viva la Revolución!
Nos vemos pronto en los combates.
Le S
Para otra historia inspiradora de un anarquista que escapó por poco de la muerte y luchó duro para emprender el proceso de recuperación en los dientes de la represión, recomendamos las cartas desde la cárcel de Luciano “Tortuga” Pitronello; puedes escuchar una entrevista con él en nuestro podcast Ex-Obrero aquí.