El 22 de abril de 2024, inspirados por la resistencia del campamento de solidaridad con Gaza en la Universidad de Columbia y otras manifestaciones en todo el país, los y las estudiantes del campus de Cal Poly Humboldt en Arcata, California, ocuparon un edificio en solidaridad con el pueblo palestino, precipitando un enfrentamiento con la policía de toda la región. En el siguiente informe, los y las participantes en la ocupación describen lo que ocurrió y lo que aprendieron.
Esto representó una escalada significativa en la actual ola de manifestaciones estudiantiles en solidaridad con Palestina. Como la organización local Humboldt for Palestine anunció, “esta no fue una protesta organizada por Humboldt for Palestine, sino un movimiento orgánico de organización estudiantil CPH”.
Tras un enfrentamiento que duró horas, los medios de comunicación locales informaron de que la policía se vio obligada a retirarse:
10:50 pm: Todas las fuerzas del orden han salido de delante del edificio y parecen estar abandonando el campus. El tráfico de los escáneres parece confirmar que las fuerzas del orden han abandonado el lugar. Un oficial dijo que las fuerzas del orden están siendo “disueltas”. Los estudiantes están entrando y saliendo del edificio ocupado.
Cal Poly Humboldt permanece cerrada al menos hasta mañana, según la administración.
Puedes leer más sobre la historia reciente de las ocupaciones de edificios como táctica de organización estudiantil aquí.
Informe desde dentro de la Ocupación de Cal Poly Humboldt
El lunes 22 de abril, un grupo de 45 estudiantes, antiguo alumnado y miembros de la comunidad ocuparon Siemens Hall en el campus de Cal Poly Humboldt, en el extremo norte de la costa de California, en solidaridad con quienes se enfrentan al genocidio en Gaza.
Al cabo de una hora, la policía del campus intentó negociar con los y las ocupantes, que se mantuvieron firmes y se negaron a abandonar el edificio. Poco después, aparecieron policías de todos los departamentos del condado, incluido un helicóptero, unidades K-9 y policías fuera de servicio. Los y las estudiantes respondieron arrollándolos.
El plan inicial de la policía de llevar a cabo una detención masiva se vio frustrado por una serie de enfrentamientos tanto dentro como fuera del edificio. Los y las ocupantes repelieron los avances policiales, a pesar de enfrentarse a una brutalidad sin precedentes en la última década de lucha en el condado de Humboldt. Es importante señalar que la policía utilizó tanto porras como escudos como armas para reprimir a los y las manifestantes; en manos de la policía, cualquier herramienta es un arma.
La policía detuvo a dos personas y las arrastró fuera del edificio por el pelo; a otra persona le infligieron múltiples heridas craneales, que requirieron un viaje al hospital y varias grapas. Muchas más personas resultaron con heridas en la cabeza y al menos una con conmoción cerebral.
Durante los enfrentamientos, la policía condujo un camión universitario contra la multitud, empujando a los manifestantes hacia la línea de antidisturbios. Sin embargo, a pesar de esta brutalidad, cada vez era más evidente que la policía no estaba en absoluto preparada para enfrentarse a la ferocidad y la inteligencia de los y las estudiantes ocupantes. La policía fue repelida físicamente del Siemens Hall y se levantaron enormes barricadas con objetos del interior del edificio, como sillas, escritorios, cubos de basura y puertas arrancadas de sus bisagras.
La policía rodeó el edificio ocupado, y una gran multitud de estudiantes, profesores y otros miembros de la comunidad los rodearon, coreando “¡Desactiva la situación marchándote!” y “¡Poder popular! Somos más fuertes”, entre otros cánticos.
Tras seis horas de enfrentamiento, la policía hizo las maletas y se marchó a casa. Cientos de estudiantes entraron en el edificio y abrazaron alegremente a los y las ocupantes. La división impuesta por la policía se derrumbó y logramos la victoria. La universidad ha declarado un cierre patronal de tres días. Para nosotras, esto es sólo el principio.
Este comunicado viene de dentro de la ocupación. Nos gustaría transmitir una serie de lecciones que hemos aprendido.
1. Fuera de las plazas, a los edificios.
Está claro que para que esta crisis se desarrolle más, las ocupaciones estudiantiles deben tomar los edificios siempre que sea posible. La primera acción de la policía fue ordenar a los ocupantes que se trasladaran a la plaza. Al decir esto, demostraron que podemos ejercer el máximo poder ocupando los espacios donde se imparten las clases y los administradores tienen despachos. Además, los edificios del campus están llenos de todo lo necesario para construir barricadas y proteger una ocupación.
2. Si lo construyes, vendrán.
Sólo hizo falta un pequeño número de estudiantes para ocupar Siemens Hall. No tengas miedo de mantenerte firme. Este movimiento es fuerte. Aparentemente de la nada, cientos, si no miles, vendrán a apoyarte. Es importante destacar que la multitud de fuera fue capaz de obstaculizar a la policía dividiendo su atención. Los policías se vieron acorralados y no sabían dónde meterse. Alguien preparó una barbacoa - perritos calientes gratuitos alimentaron a la multitud.
3. El movimiento pro-palestino debe ser un movimiento contra la policía.
A cada paso, la policía no dudará en brutalizar a quienes pidan el fin del genocidio en Palestina. En Gaza, los palestinos se enfrentan al ejército israelí; en Estados Unidos, nos enfrentamos a la policía. Debemos reconocer que estas fuerzas son una y la misma: todas son soldados rasos del imperio.
4. Escucha! persona organizadora.
No necesitamos esperar el permiso de los y las activistas profesionales para establecer los términos de la lucha. Los y las estudiantes ocupantes actuaron con decisión para tomar el edificio sin el respaldo de ninguna organización establecida. Colectivamente, descubrimos que teníamos las habilidades, la experiencia y la creatividad necesarias para llevar a cabo nuestra acción. Mientras que las organizaciones estudiantiles suelen recomendar empezar con una lista de reivindicaciones alcanzables y entablar negociaciones interminables con los administradores, nuestra ocupación mantuvo una única reivindicación durante seis horas: que la policía abandonara el campus.
5. Prepárate.
Nuestra ciudad está algo dormida. Subestimamos la magnitud de la represión policial a la que nos enfrentaríamos. Cuatro años después del levantamiento de George Floyd, deberíamos tener en cuenta sus lecciones. Es mejor acudir a todas las manifestaciones con gafas, máscaras de gas, punteros láser y escudos. Nunca se sabe en qué puede convertirse una fiesta de pijamas informal.